miércoles, 18 de julio de 2018

Momentos en los cuales aprovechar para leer

12 momentos en los cuales aprovechar para leer

30 AGOSTO, 2016 AT 08:05
Momento de lectura (por Lara Romero)

Siempre hay un buen momento para leer esos libros que te han enganchado o que dejaste por determinadas circunstancias y que quieres volver a retomar. Quizás vivimos en un mundo en el cual las excusas, en cuanto a la lectura, están a la orden del día. Que si no tenemos tiempo para leer, que si leemos pero no leemos libros, que si preferimos ver la película o que si estamos enganchados a las series de televisión. Excusas o decisiones que en muchas ocasiones tienen como principal sacrificada la lectura de libros.
La lectura es clave en el desarrollo educacional, personal y emocional de las personas
El España4 de cada 10 personas dicen no haber leído ni un solo libro en los últimos doce meses. Cifra preocupante, aunque bien es cierto que podía haber sido peor. El otro día escribimos sobre el reto de leer 100 libros en un año. Reto en el cual hay que sacar tiempo hasta debajo de las piedras (ya salió la excusa del tiempo), tiempo que es invertido (sin lugar a dudas) en nuestro desarrollo educacional, personal y emocional.
Hoy queremos compartir una muy buena ilustración de Lara Romero (genial ilustradora) en la cual se mencionan los momentos en los que poder sacar algo de tiempo para dedicar a la lectura. Aunque seguro que ya les estás sacando provecho a estos momentos no viene nada mal recordarlos y tenerlos en cuenta, e incluso tratar de ampliar la lista comentando vuestros lugares y momentos favoritos para leer. Estos son los 12 momentos de lectura:
  1. Al despertar. Siempre vamos con la hora muy justa al levantarnos (nos gusta aprovechar hasta el último minuto en la cama), pero si ponemos el despertador un cuarto de hora antes podremos sacar unos valiosos minutos antes de poner un pie en el suelo. Luego está la opción del fin de semana en la cual nos podremos quedar más de quince minutos leyendo nuestros libros.
  2. En el metro. El transporte público es uno de esos momentos en los cuales más se lee al cabo del día, sobre todo si vives en una gran ciudad en la cual los desplazamientos llevan más de 30 minutos.
  3. En las esperas. Mientras esperamos nuestro turno en la sala de espera del médico, en la oficina de Correos, en la Agencia Tributaria, mientras llega el tren, el metro o el autobús… Aunque todo está (relativamente) bien organizado, siempre hay un tiempo que nos toca esperar… así que no hay nada mejor que ir siempre acompañado de nuestros libros.
  4. En la playa. Llegan las vacaciones y en nuestra maleta no pueden faltar un par de libros o nuestro lector de libros electrónicos cargado de lecturas. Tanto la playa como una casita en la montaña son lugares en los cuales desconectar y sumergirse en nuestras lecturas.
  5. En las bibliotecas. La biblioteca es una de las principales proveedoras de lecturas para las personas. Ir a la biblioteca a leer o a sacar en préstamo tus próximas lecturas es una de las opciones que bajo ningún concepto podemos olvidar.
  1. En las librerías. Las librerías ponen al alcance de las personas sus colecciones para que estas puedan ojear (y hojear) los libros. Podemos empezar a leer un libro y si nos gusta llevárnoslo (previo pago, por supuesto) o coger un libro que ya leíste para recordar su final o determinado pasaje.
  2. En el parque. Los parques son lugares idílicos para leer. El frescor del césped recién regado, un cómodo banco bajo la sombra de un árbol, la tranquilidad del lugar… Sin duda que uno de los mejores lugares para sacar tiempo para leer.
  3. En las colas. Quizás más complicada la lectura, pero no imposible. En ocasiones pasamos buenos ratos esperando nuestro turno en las colas de los supermercados, en las taquillas del cine, en la entrada de conciertos… Tiempos de espera en los cuales poder aprovechar (y hacer que se nos pase volando el tiempo) con un buen libro.
  4. En el baño. El baño es uno de esos lugares que atraen a la lectura. Tanto si estás sentado en el váter como si estás tomando un baño relajante. Sin duda que un lugar en el cual poder aprovechar nuestros tiempos de lectura.
  5. En casa. Cuando ya se tiene todo hecho en casa y no queda nada más por hacer (aunque bien es cierto que siempre hay algo por hacer) es el momento para relajarse en el sillón o en el sofá, coger un libro y empezar a leer. No enciendas la televisión, tampoco cojas el móvil… sumérgete en tu libro.
  6. En los viajes. En tus viajes no puede faltar, al menos, un libro. Tan esencial y necesario como el cepillo de dientes. Mientras vas en el trayecto de ida o de vuelta como cuando llegas a tu destino, son momentos en los cuales abrir tu libro y empezar a leer.
  7. Antes de dormir. No hay nada mejor para despejar la mente que leer un libro antes de dormir. El cuerpo se relaja y tu mente puede disfrutar al 100% del libro que estás leyendo.

Beneficios de leer en la cama antes de dormir

Leer un libro antes de dormir es extremadamente beneficioso para ti

7 beneficios de leer en la cama antes de dormir

3 MAYO, 2018 AT 08:06

Que lo último que hagas en el día sea estar con un libro puede ser extremadamente beneficioso para ti. Tu descanso es primordial, y descansar bien es una de las necesidades de las personas. El descanso nos ayuda a recargar fuerzas y energías, además de a tener una actitud positiva y a estar menos expuestos a padecer problemas de salud. Ahora bien, ¿cómo descansar bien? La lectura puede tener parte de la solución.
En otras ocasiones hemos hablado ya de los beneficios que la lectura puede aportar en la vida de las personas. Beneficios como la adquisición de vocabulario, capacidad de pensamiento crítico, confianza, mejora de la imaginación… Hoy nos gustaría comentaros una serie de beneficios que tiene la lectura antes de dormir.
Leer antes de dormir nos ayudará a desconectar del día a día, además de combatir el aburrimiento. Potenciará nuestra relajación y nos ayudará a conciliar el sueño. Por no hablar de que la lectura es una excelente arma contra el insomnio y el estrés. Por otro lado, nos ayudará a que nuestra concentración aumente y se active nuestra memoria. También a soñar y a dormir mejor.

1. Ayuda a desconectar del día a día.

Cuando cae la noche el cuerpo está que ya no puede más, por no hablar de nuestra cabeza. Es un continuo de información que va pasando a gran velocidad para hacer un recopilatorio de todo lo vivido, y que trata de planificar el día siguiente.
Es ahí donde entra en juego la lectura como un potencial remedio. Un remedio que nos ayuda a desconectar y a no pensar más allá de en la historia del libro que tenemos entre las manos. Además, nos aparta de las pantallas brillantes (smartphone, televisión, portátil…) que hacen que nuestro cerebro no empiece su ritual de desconexión y descanso.

2. Excelente vía contra el aburrimiento.

El aburrimiento no existe si tienes un libro cerca. También es verdad que hay libros y libros. Hay libros complicados de leer y que aburren hasta la saciedad, y libros que te enganchan desde sus primeras páginas.
Lo que está claro es que la lectura es una excelente alternativa y resguardo contra el aburrimiento. No pierdas más el tiempo esperando a que llegue la hora de acostarte. Acuéstate media hora o una hora antes para aprovechar ese tiempo leyendo. Porque no hay noches aburridas con un buen libro (o buenos libros) en la mesita de noche.

3. Potencia la relajación y ayuda a conciliar el sueño.

Las personas, queramos o no, somos de rutinas. La mayoría (no decimos todos) estamos hechos a unas rutinas o patrones diarios que nos gusta cumplir. El cuerpo lo tenemos hecho a unos horarios. Por ejemplo, si estás acostumbrado a comer a las tres de la tarde lo más seguro es que a las dos no tengas hambre. O si eres de entrenar a las 10 de la noche, seguro que si un día sales a las 7 de la mañana no rendirás igual.
Crear una rutina o hábito lector antes de dormir nos ayudará a relajarnos y a conciliar el sueño. Dicha rutina será un aviso claro para que nuestro cuerpo y mente empiece a desconectar y a descansar… ¡Y qué mejor que hacerlo junto a un libro!

4. Combate el insomnio.

¿Cuántas veces te has ido en la cama y no has sido capaz de dormirte? Como hemos comentado en puntos anteriores, la cabeza le da muchas vueltas a nuestras preocupaciones (lo cual tampoco es malo) o no es capaz de asimilar que es hora de dormir. Una buena forma de combatir el insomnio es a través de la lectura. Leer hará que nuestra mente se mantenga ocupada y alejada de las preocupaciones. Además, hará que se gasten las últimas energías que nos quedan al final del día y caigamos sí o sí en los brazos de Morfeo.

5. Reduce el estrés.

Nadie está a salvo de una de las enfermedades del siglo XXI: el estrés. De hecho, la OMS dice que esta patología supone el 12% del total de las dolencias. Una vida ajetreada, cargada de preocupaciones y obligaciones, que superan nuestras posibilidades, acaban desencadenando el estrés.
Destacable en este punto un estudio del Dr. David Lewis que dice que 6 minutos de lectura es suficiente para reducir los niveles de estrés en un 60%:
Probado contra otras formas de relajación, se demostró que la lectura es un 68% mejor para reducir los niveles de estrés que escuchar música; un 100% más efectivo que beber una taza de té, un 300% mejor que salir a caminar y un 700% más que jugar videojuegos. Leer tan solo 6 minutos es suficiente para reducir los niveles de estrés en un 60%, ralentizar el ritmo cardíaco, aliviar la tensión muscular y alterar el estado de ánimo.
Además, dichos estudio también señala algunos aspectos importantes a la hora de conciliar el sueño a través de la lectura. Aspectos como la ralentización del ritmo cardiaco o el alivio de la tensión muscular.

6. Aumenta la concentración, activa la memoria y ayuda a soñar.

Adentrarnos en la historia de un libro hace que focalicemos nuestros esfuerzos en ella. Dicha acción nos ayuda a aumentar nuestra capacidad de concentración, a la vez que activa nuestra memoria y recuerdo. Dicho estado de concentración y asimilación previa al sueño hará que existan mayores probabilidades de soñar con dicha historia y dar rienda suelta a nuestra imaginación.

7. Ayuda a dormir mejor.

Descansar ayuda a que tanto el cuerpo como la mente descansen y recarguen energías. Es por eso por lo que es de suma importancia dormir bien… y la lectura puede ayudar en esto. De hecho, el 39% de las personas que leen antes de dormir, duermen muy bien.
La nueva investigación de The Sleep Council está respaldada por este consejo, ya que el 39% de los que ven la televisión en la cama duermen muy mal la mayoría de las noches, al igual que el 16% de quienes revisan sus correos electrónicos antes de acostarse. Por el contrario, el 39% de las personas que tienen el hábito de leer antes de ir a dormir, duermen muy bien.

La importancia de la lectura en la vida

Leer nos abre las puertas del conocimiento y da alas a nuestra inspiración e imaginación

20 razones por las que la lectura es importante para nuestras vidas

25 SEPTIEMBRE, 2017 AT 08:07

La lectura es una de las piedras angulares para la adquisición de conocimiento. Leer, la lectura, es una de las mejores habilidades que podemos adquirir. Ella nos acompañará a lo largo de nuestras vidas y permitirá que adquiramos conocimiento, y que entendamos el mundo y todo lo que nos rodea. También que podamos viajar a cualquier sitio sin desplazarnos a ningún lugar o que podamos ser la persona que queramos ser por un momento. Y es que leer nos abre las puertas del conocimiento y da alas a nuestra inspiración e imaginación.
Esta habilidad transferida es más que necesaria. La lectura marcará e influenciará nuestra forma de ser y, por lo tanto, nuestras vidas. Desde bien pequeños nos enseñan las letras y palabras en la encomiable (y necesaria) acción de la enseñanza. Todos somos capaces de recordar esos primeros momentos de lectura y quién estaba a nuestro lado para enseñarnos (profesores, familiares…), sin llegar a darnos cuenta de la importancia que ello tenía.
Todo lo que nos rodea es lectura. Ahora mismo estás leyendo este texto y hace un rato estabas leyendo una nota en el ascensor, un libro, una receta de cocina o una postal. Leer es comunicación. Leer es esencial para estar conectado al mundo y a las personas. Sin la lectura no conoceríamos, no tendríamos información y nos costaría más imaginar. La lectura es esencial y es algo que debemos alimentar a lo largo de nuestras vidas.
Nadie puede prohibirnos a leer, al igual que no pueden prohibirnos a pensar o imaginar. Somos libres para hacerlo en el momento que creamos y para leer lo que queramos. La lectura nos mantiene vivos y conectados. Nos hace sentir parte de algo. Y es que existen muchísimas razones por las que la lectura (leer) es más que importante para nuestras vidas. Razones no excluyentes las unas con las otras y que incluso pueden no haber sido recogidas en los siguientes puntos. Al fin y al cabo la lectura nos hace libres y podemos sentir sus beneficios de múltiples maneras.

Razones por las que la lectura es importante para todos nosotros

  1. Aumenta nuestra curiosidad y conocimiento.
  2. Nos mantiene informados.
  3. Despierta nuestra imaginación.
  4. Alimenta la inspiración y hace que surjan ideas.
  5. Nos permite conectar y ponernos en la piel de otras personas / personajes.
  6. Ejercita a nuestro cerebro: despierta vías neuronales, activa la memoria…
  7. Nos hace recordar, conocer y aprender.
  8. Libera nuestras emociones: alegría, tristeza, cólera, miedo, sorpresa, amor…
  9. Nos mantiene ocupados, entretenidos y distraídos.
  10. Permite que desconectemos y que nos evadamos del mundo.
  11. Permite conocer / descubrir / explorar mejor dicho mundo.
  12. Nos permite conocernos mejor a nosotros mismos.
  13. Hace que podamos compartir / recomendar nuestras lecturas: noticias, libros, artículos…
  14. Ayuda a la comprensión de textos, mejora la gramática, el vocabulario y la escritura.
  15. Facilita la comunicación.
  16. Hace que podamos sentirnos activos.
  17. Y que podamos concentrarnos.
  18. Permite la relajación, el descanso e incluso es capaz de reducir el estrés.
  19. Hace que podamos investigar sobre los temas que más nos interesan.
  20. Nos permite crecer como personas.

miércoles, 11 de julio de 2018

la gran muralla china

Gran Muralla China

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La Gran Muralla China
UNESCO logo.svg Welterbe.svg

Patrimonio de la Humanidad de la Unesco
The Great Wall of China at Jinshanling-edit.jpg
La Gran Muralla en el 2013.

Coordenadas40°25′00″N 116°05′00″ECoordenadas40°25′00″N 116°05′00″E (mapa)
PaísBandera de la República Popular China China
TipoCultural
Criteriosi, ii, iii, iv, vi
N.° identificación438
RegiónAsia y Oceanía
Año de inscripción1987 (XI sesión)
La Gran Muralla (en el idioma original 长城changcheng) es una antigua fortificación china construida y reconstruida entre el siglo V a. C. y el siglo XVI (Edad Moderna) para proteger la frontera norte del Imperio chino durante las sucesivas dinastías imperiales de los ataques de los nómadas xiongnu de Mongolia y Manchuria.
Contando sus ramificaciones y construcciones secundarias, se calcula que tiene sobre unos 21 200 kilómetros de largo,1​ desde la frontera con Corea, al borde del río Yalu, hasta el desierto de Gobi, a lo largo de un arco que delinea aproximadamente el borde sur de Mongolia Interior, aunque hoy solo se conserva un 30 % de ella.2​En promedio, mide de 6 a 7 metros de alto y de 4 a 5 metros de ancho.
La muralla fue designada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1987.3
El 26 de enero de 2007 se dio a conocer que la muralla china fue elegida como una de las ganadoras en la lista de Las Nuevas Siete Maravillas del Mundo Moderno.[cita requerida]
La Gran Muralla está hermanada con la muralla romana de LugoGalicia (España), también designada Patrimonio de la Humanidad.

Historia de la muralla[editar]


Trazado de la Gran Muralla
Tradicionalmente, se divide la historia de la construcción de la Gran Muralla en cinco partes:
  • Una antes de la unificación de la dinastía Qin (221 a. C.) Durante el período de Primaveras y Otoños y los Reinos Combatientes.
  • La segunda, a partir de la unificación de la dinastía Qin, donde el emperador Qin Shi Huang inició la construcción de un muro en la frontera norte.
  • Periodo de la dinastía Han
  • Periodo de baja actividad
  • Periodo de la dinastía Ming

Periodo anterior a la unificación de la dinastía Qin[editar]

En el siglo VIII a. C., en el comienzo del período conocido como primaveras y otoños, China sigue un sistema feudal. El territorio se divide en cientos de feudos o estados dirigidos por príncipes, en teoría todos reunidos bajo los Reyes la Dinastía Zhou. Pero con el tiempo, estos feudos fueron anexados por los príncipes formando grandes principados en el siglo VI a. C.; algunos de ellos fueron Chu y Wu. China estaba rápidamente fragmentada en varios reinos independientes: es el comienzo del período de los Reinos Combatientes.
Por aquel entonces, varios estados se comprometen a la construcción de paredes para protegerse de sus vecinos y de pueblos extranjeros. Así, alrededor del siglo V a. C., el estado de Qi inicia la construcción de un muro, algunas de sus partes se mantienen aún en pie. A mediados del siglo IV a. C., el estado de Wei comenzó la construcción de un muro en su frontera occidental, cerca de Qi, y un segundo muro en su frontera oriental. Fue imitada por los estados de Yan y Zhao.
Comúnmente, la técnica utilizada para realizar las paredes fue de capas de tierra de unos pocos centímetros se embalan una encima de otra. Las juntas de madera se extraían, dejando una pared de tierra. Este método podría desarrollar rápidamente sólidos muros que pueden resistir siglos.

Periodo de la dinastía Qin[editar]


Trazado tentativo de la muralla, en rojo, en el periodo de la dinastía Qin
En 221 a. C.Qin Shi Huang conquistó todos los estados que se le oponían y unificó China estableciendo la dinastía Qin. La intención de imponer un poder central y evitar el resurgimiento de los señores feudales, ordenó la destrucción de las murallas que dividían su imperio a lo largo de la antigua frontera. Después de los ataques de las tribus Xiongnu en el norte, envió al general Meng Tian para asegurarse de que los Xiongnu fueran derrotados. A continuación, le ordenó emprender la construcción de un muro más allá del río Amarillo para proteger mejor a los nuevos territorios conquistados. Este muro conectaría las diversas fortificaciones existentes a lo largo de la nueva frontera norte. El transporte de una gran cantidad de materiales necesarios para la construcción fue difícil, por lo que los constructores utilizaron los recursos locales como las piedras en las construcciones de montaña y la tierra apisonada para la construcción en la llanura.
No hay registros históricos que indiquen la longitud exacta y el trazado de muralla en la dinastía Qin, pero a pesar del debate entre los historiadores y la ausencia de acontecimientos históricos, la Gran Muralla construida por la dinastía Qin permanece en la imaginación popular china como una colosal obra con el apodo de «muro de diez mil li» (5760 km en el valor de li de la dinastía Qin).

Periodo de la dinastía Han[editar]


Trazado de la Gran Muralla en el periodo de la dinastía Han
En 210 a. C., el emperador Qin Shi Huang murió y la dinastía Qin que fundó sobrevivió unos pocos años. En el 202 a. C.Liu Bang, un exsoldado de origen campesino que fue maestro de China y se proclamó emperador con el nombre Han Gaozu. Debilitada por su anterior guerra de sucesión contra el general Xiang Yu, Gaozu abandona el mantenimiento de la Muralla de la era Qin, y cuando los Xiongnu, ahora unidos en una confederación estaban amenazando a través de la frontera, Gaozu, en lugar de adoptar una ofensiva utilizando las paredes al igual que Qin Shi Huang, trata de conseguir la paz con homenajes y una "armoniosa unión" o heqin, es decir, el suministro chino de princesas para los jefes Xiongnu. Durante varias décadas, sus sucesores harán lo mismo. Sin embargo, la Gran Muralla no está completamente abandonada: bajo el dominio del emperador Han Wudi se le recomienda el establecimiento de fronteras tuntian (tipos de asentamientos militares agrarios) protegidos por pequeños muros para colonizar la región e impedir las incursiones Xiongnu.
En 134 a. C. el statu quo entre los chinos y los Xiongnu fue roto y a diferencia de sus antepasados, Han wudi decidió tomar una ofensiva contra la confederación Xiongnu e inició en 129 a. C. una primera ofensiva, seguida de muchos otras. Wudi restauró y conectó porciones de la Muralla de la dinastía Qin y luego la extendió a través de lo que se convertiría en la Ruta de la Seda. En 119 a. C., los Xiongnu son expulsados a través del desierto de Gobien Mongolia interior, y una nueva sección del muro, de 400 km de largo fue construida y se conserva actualmente.
En el año 9 a. C., la dinastía Han se ve ensombrecido por la efímera dinastía Xin, antes de ser restaurada el 23 a. C. por el emperador Geng Shi di que debe hacer frente a las guerras civiles y cuando el emperador Guang Wudi ascendió al trono dos años después, su ejército es demasiado débil para contener eficazmente los Xiongnu. Ordenó la construcción de cuatro nuevos muros para frenar su avance y proteger a la capital. Por último, alrededor del 48, los Xiongnu experimentaron luchas internas y se dividen en dos grupos: Xiongnu del Norte y Xiongnu del Sur. Los Xiongnu del sur sirven de amortiguación entre sus homólogos en el norte y China estaba dispuesta a coexistir con ellos. Al final de la dinastía Han, China se dividió en tres reinos separados por fronteras, haciendo de la construcción y el mantenimiento de las grandes paredes irrelevante.

Periodo de baja actividad[editar]

Desde el periodo de Los Tres Reinos (220) hasta fines de la dinastía Yuan (1300) la muralla no experimentó grandes cambios y extensiones más allá de la reconstrucción de sectores desgastados. Destacan pequeños periodos de construcción en el siglo V al VII y los siglos XI al XIII.

Periodo de la dinastía Ming[editar]


La Gran Muralla en 1907
La Gran Muralla como concepto se reavivó de nuevo durante la dinastía Ming después de la derrota del ejército por parte de los Oirates en la batalla de Tumu en 1449. Los Ming no tuvieron una clara victoria y adoptaron una nueva estrategia para mantener las tribus nómadas alejadas de la capital mediante la construcción de muros a lo largo de la frontera norte de China.
A diferencia de las anteriores fortificaciones, la construcción de la dinastía Ming fue más fuerte y más elaborada debido a la utilización de ladrillos y piedra en lugar de tierra apisonada. Como consecuencia de las incursiones mongolas a través de los años, se dedicaron considerables recursos a reparar y reforzar las paredes. Las secciones Ming cerca de la capital Pekín son especialmente fuertes y resistentes.
Hacia el final de la dinastía Ming, la Gran Muralla defendía el imperio en contra de la invasión manchú que comenzó alrededor de 1600. Bajo el mando militar de Yuan Chonghuan, el ejército Ming bloqueó el avance manchú en el fuertemente fortificado paso Shanhaiguan, impidiendo que entraran en el corazón chino. Los manchúes finalmente fueron capaces de cruzar la Gran Muralla en 1644, cuando las puertas se abrieron en Shanhaiguan por Wu Sangui, un general que estaba en contra de las actividades de los gobernantes de la dinastía Shun, que sucedió durante un breve período a la dinastía Ming. Los manchúes rápidamente ocuparon Pekín y derrotaron a la recién fundada Dinastía Shun y el resto de la resistencia, para establecer la dinastía Qing.
Con los Qing como gobernantes, Mongolia se anexó al imperio, de modo que la construcción de la Gran Muralla y las reparaciones de la misma se interrumpieron, debido a que dejaron de ser necesarias.

Recorrido[editar]

Las provincias, municipalidades y regiones autónomas por las que pasa la Muralla son (en orden alfabético, debido a que la ramificación de la estructura no permite hacer un seguimiento continuo): GansuHebeiHenanHubeiHunanJilinLiaoningMongolia InteriorNingxiaPekínQinghaiShaanxiShandongShanxiSichuanTianjin y Xinjiang.4

Arquitectura[editar]

Materiales[editar]

Los materiales usados son aquellos disponibles en los alrededores de la construcción. Cerca de Pekín se utilizó piedra caliza. En otros sitios se utilizó granito o ladrillo cocido. Básicamente, era una larga tapia de arcilla y arena, cubierta con varias paredes de ladrillo. Eso la hizo muy resistente a los impactos de armas de asedio.
En cuanto al material de la parte de la muralla construida durante la dinastía Qin, la materia prima depende de la disponibilidad de tierra, mientras que el diseño y la ubicación de torres de vigilancia, cuarteles y los pasajes son seleccionados sobre la base de las ventajas estratégicas que ofrece la configuración física de las regiones. Las paredes se construyen en capas alternas de grava triturada y cañas, fueron cubiertas con arcilla para ser protegidas de la erosión y hacerla más difícil de escalar.

Paso de Shanhai, «Primera puerta bajo el cielo», en restauración.

Puertas[editar]

  • Paso Juyong (居庸關) o "paso del norte", en la zona de Badaling. Esta sección del muro ha tenido muchos guardias para defender la capital Pekín. De piedra y ladrillos de las colinas, esta parte de la Gran Muralla es de 7,8 metros de altura y 5 metros de ancho.
  • Paso Jiayu (嘉峪關) o "paso del oeste". Esta fortaleza está cerca del borde occidental de la Gran Muralla.
  • Paso Shanhai (山海關) o "paso del este". Esta fortaleza se encuentra cerca de los bordes de la zona oriental de la Gran Muralla.

Secciones relevantes[editar]

  • Una de las secciones más llamativas de la Gran Muralla Ming es donde remonta muy empinadas laderas. Recorre 11 kilómetros de largo, de 5 a 8 metros de altura y 6 metros en la parte inferior, hasta 5 metros en la parte superior. Tiene 67 torres de vigilancia y está a 980 metros sobre el nivel del mar.
  • 25 km al oeste de Tian Ling Liao la muralla es de una altura muy baja. Los arqueólogos explican que el muro que parece ser de plata, porque la piedra que utilizaban eran de Shanxi, donde se encuentran muchas minas. La piedra contiene un alto grado de metal en ella provocando que aparezca la plata. Sin embargo, debido a los años de decadencia de la Gran Muralla, es difícil ver la parte de aspecto plateado de la muralla actualmente.

Torres de vigilancia y cuarteles[editar]


Torre Mutianyu

Torre de vigilancia típica de la Gran Muralla. Quinta torre al oeste del Paso de Badaling, vista desde la cuarta torre.
Se construyeron fuertes a lo largo de la muralla, o directamente integrados en las paredes, con un sistema de señales de humo para impedir un ataque xiongnu. Para lograr la pronta llegada de refuerzos, el ejército hacia uso de la luz, principalmente para la caballería. La Gran Muralla también pasa a través de las principales rutas comerciales, lo que permite el control de las importaciones. Cada torre tiene escaleras únicas y de acceso difícil de manera que confunda al enemigo. Los cuarteles y los centros administrativos fueron ubicados a mayores distancias. A lo largo de la muralla existen almenas en la línea superior de la gran mayoría de la muralla, con huecos defensivos de un poco más de 30 cm de altura, y alrededor de 23 cm de anchura.

Conservación[editar]


Entrada a un tren turístico en una de las partes reconstruidas al norte de Pekín
Si bien se han conservado algunas partes al norte de Pekín y cerca de centros turísticos, e incluso reconstruido, la muralla está en mal estado en muchos lugares. Las partes desaparecidas han servido como fuente de piedras en la reconstrucción de viviendas y carreteras.5​ Hay secciones de la Muralla también propensas a graffiti y vandalismo. Se ha destruido también, porque está en el camino de la construcción.6​ No hay un inventario exhaustivo de la muralla, por lo que no es posible decir cuánto de ella sobrevive, especialmente en las zonas remotas.
Más de 60 kilómetros de la muralla en la provincia de Gansu pueden desaparecer en los próximos 20 años, debido a la erosión de las tormentas de arena. En esos lugares, la altura de la pared se ha reducido de más de cinco metros a menos de dos metros. Las torres vigías que caracterizan a las más famosas imágenes de la muralla han desaparecido completamente. Muchas secciones occidentales de la muralla se construyeron a partir de barro, en lugar de ladrillo y piedra, y por lo tanto son más susceptibles a la erosión.7

Reconocimiento desde el espacio[editar]

El libro de Richard HalliburtonSecond Book of Marvels, publicado en 1938, afirmaba que la Gran Muralla es la única construcción humana visible desde la Luna, y la publicación de Ripley de la misma década aseguraba algo parecido. Esta creencia ha persistido, adquiriendo un estatus de leyenda urbanaArthur Waldron, autor de la historia más fiable de la Gran Muralla,[cita requerida] ha especulado que la creencia puede provenir de la fascinación con los «canales» que se creía que existían en Marte. La lógica era simple: si los terrícolas podían ver los canales de Marte, entonces los marcianos podrían ver la Gran Muralla.

La Gran Muralla en imagen satélite
En realidad, la Gran Muralla tiene únicamente pocos metros de ancho —un tamaño aproximado al de las pistas de las carreteras y aeropuertos— y es casi del mismo color que el suelo que la rodea. No es posible verla desde la distancia de la Luna, y mucho menos desde Marte.
Neil Armstrong afirmó: «No creo que, por lo menos con mis ojos, hubiera alguna construcción humana visible para mí. No he conocido a nadie que me haya dicho que ha visto la Muralla China desde la órbita terrestre.8​ Le he preguntado a mucha gente, particularmente a gente del transbordador, que han orbitado varias veces sobre China durante el día, y aquellos con los que he hablado no la han visto». En mayo de 2004, la NASA anunció que la fotografía tomada a la Muralla China desde el espacio no era en realidad la construcción, sino un tramo de un río entre las montañas, y reconoció públicamente que la Gran Muralla no es visible desde el espacio sin ayuda.[cita requerida