martes, 10 de julio de 2018

leyenda del cipitio

El Cipitío

El CipitíoSegún se encuentra asentada en la tradición salvadoreña, la leyenda del Cipitío es la “continuación” del mito anterior, ya que en esta narración sabremos cuál fue la historia del hijo de la Siguanaba
Al igual que a su madre, el Cipitío también se convirtió en una criatura maldita, ya que Tláloc le lanzó un hechizo para que nunca pudiera convertirse en hombre. Es decir, sin importar el correr de los siglos, siempre seguiría siendo niño.
los adultos mayores del Salvador me contaron una vez que en las casas de la gente que tenía chimenea, se decía que de vez en cuando el espíritu de aquel chiquillo se aparecía.
Y es que al Cipitío, no sólo le encanta comer la ceniza producida por los maderos quemados, sino que también disfruta revolcándose en ella.
La descripción clásica que se tiene de él es la siguiente:
Un pequeño de baja estatura, con un vientre prominente y que además tiene las extremidades inferiores al revés. Esto hace que la gente que por alguna razón intenta seguirle el rastro, quedan perdidos en el bosque, ya que se dirigen al camino contrario.
A diferencia de su progenitora, este personaje no le hace daño a nadie, aunque de vez en cuando puede llevar a cabo una inofensiva travesura. Por último, sólo nos resta decir que, aunque a esta historia se le han añadido y quitado algunas cosas (dependiendo sobre todo de la época) sigue conservando su misma esencia.

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